La presencia de nuevas variantes en el país y descuido de la población en los cuidados de higiene provocaron el colapso de los hospitales. No hay camas con respiradores artificiales y tampoco de cuidados intermedios tanto en Cusco, Puno y Tacna. Podrían habilitarse nuevos espacios para recibir pacientes, sin embargo falta personal médico.
La región de Cusco cuenta con 67 camas UCI, todas están ocupadas, situación que no cambia hace semanas. “Si mañana quisiéramos, en el hospital regional, podemos poner tranquilamente 20 o 30 camas UCI, ya tenemos los equipos. Pero faltan recursos humanos” dijo el gobernador Jean Paul Benavente.
El panorama se repite en Tacna, donde sus 39 camas UCI están ocupadas desde febrero. Siempre hay pacientes en espera. El director regional de Salud, Oscar Galdós, declaró que Tacna está en una meseta y que la situación es preocupante. Dijo que lo ideal sería volver a las cifras de octubre del 2020 cuando no había muertes diarias y había disponibilidad en la UCI y camas de hospitalización.
Similar situación vive en Puno. El hospital Manuel Núñez Butrón de Puno y Carlos Monge Medrano de Juliaca atraviesan un colapso sanitario. Tienen la totalidad de sus camas UCI copadas. El director de la Red de Salud, Ismael Mamani, reconoció que la capacidad del hospital de Juliaca no da para más.
Por otro lado, la ciudad fronteriza de Arica entrará en cuarentena total desde mañana. Esa población tiene la variante brasileña e inglesa y el gobierno chileno ha decidido extremar las medidas de aislamiento social. Siendo límite con Tacna se debe tomar las medidas.